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El Ministerio de Defensa de Rusia ha denunciado un ataque efectuado por las fuerzas ucranianas en Lugansk con misiles aire-aire Storm Shadow suministrados por Reino Unido, menos de 24 horas después de que el Gobierno ruso asegurara que la decisión de Reino Unido de suministrar misiles de largo alcance al Ejército ucraniano es un paso «extremadamente hostil» y que evidencia la participación de Londres en el conflicto.
El ataque, según el portavoz del Ejército ruso, general Igor Konashenkov, ocurrió este pasado viernes a las 18.30, hora de Moscú. «Aviones de combate de la Fuerza Aérea de Ucrania lanzaron un ataque con misiles contra la empresa de productos poliméricos Polypak y la planta procesadora de carne Milam en la ciudad de Lugansk», situada en el este de Ucrania y bajo control ruso.
Konashenkov ha denunciado que este ataque «se demuestra como contrario a las declaraciones de Londres de que estas armas no se utilizarán contra objetivos civiles», antes de indicar que el ataque se saldó con el derribo de un avión de combate ucraniano avión Su-24 y el caza MiG-29 que lo escoltaba, recoge Interfax.
El Gobierno de Reino Unido anunció el jueves que enviará a Ucrania misiles de crucero con capacidad para alcanzar objetivos a más de 250 kilómetros de distancia, con el fin de ayudar a las fuerzas ucranianas a hacer frente a la «brutalidad rusa».
Ahora las autoridades rusas han advertido de que se reservan «el derecho a tomar nuevas medidas necesarias para neutralizar las amenazas que puedan surgir» del uso de misiles de largo alcance británicos por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas.
«Toda la responsabilidad por las consecuencias de la actividad destructiva de Londres recae completamente en los autores y ejecutores de este paso imprudente», zanjó el viernes la cartera diplomática rusa.