#Internacionales | Puerto Príncipe
La operación de linchamiento de presuntos bandidos armados llamada «Bwa Kale» (en español, pene pelado), desencadenada por la población en Haití desde el 24 de abril pasado, habría costado la vida a más de un centenar de personas, afirmó este martes una organización no gubernamental.
La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (Rnddh) precisó en un informe que las amenazas se dirigen contra las personas que se manifiestan contra esta nueva forma de violencia que corre el riesgo de sumir al país caos definitivo.
«Algunos creen que, en tan sólo unos días, el movimiento Bwa Kale ha obtenido más resultados en la lucha contra el bandidaje que todas las operaciones policiales juntas», afirmó la RNDDH, recordando que todo comenzó el 24 de abril, cuando un autobús de transporte público interceptado por la Policía Nacional Haitiana (PNH) llevaba a bordo 14 individuos con armas y municiones en su poder.
Se rumoreaba que estas 14 personas iban a ayudar a los bandidos armados que habían estado atacando Debussy, un barrio situado en la parte alta de Turgeau, desde la noche del 23 al 24 de abril.
«Las redes sociales contribuyeron a que la noticia de dicho linchamiento se difundiera rápidamente y varios miembros de la población, la mayoría de ellos armados con armas de fuego, machetes y neumáticos, comenzaron a buscar a los bandidos armados, a sus familiares o a cualquier persona sospechosa de tener vínculos con ellos, con el fin de lincharlos», narró el informe.
El 6 de marzo pasado, la ministra de Justicia y Seguridad Pública, Emmelie Prophète Milcé, invitó a la población a defenderse de los bandidos armados, sin tener en cuenta los daños que tal incitación podría causar, dijo Rnddh.
Tomando su palabra, la población ha iniciado una caza de bandidos, a través del movimiento Bwa Kale.
«Algunos miembros de la población creen que el binomio Policía-población ha dado, durante solo unos días, más resultados en la lucha contra el bandidaje que todas las demás operaciones policiales», declaró la ONG.
«La muchedumbre, armada con machetes y armas de fuego poco comunes, no puede vencer al bandidaje que las autoridades del Estado llevan varios años estableciendo como sistema de gobierno. Hay que recordar siempre que los bandidos fueron armados por quienes deben protección a la población haitiana, con objetivos políticos y electorales», subrayó la ONG en su informe «El reinado del primer ministro Ariel Henry o la furia de las bandas armadas».
En consecuencia, la voluntad de erradicar este fenómeno de bandidaje de Estado en el país debe ser política, afirmó la Rnddh.
«Las autoridades del Estado deben tomar inmediatamente las medidas necesarias para poner fin a todas las formas de violencia a las que está sometida la población, porque ninguna sociedad democrática basada en el respeto de los derechos humanos puede tener como base esta espiral de violencia», concluyó la organización.