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Las elecciones de la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología (SDOG) están pautadas para el día 20 del presente mes de Mayo. En ellas se disputarán la presidencia de esta Sociedad, dos candidato que parecen imbuidos de la mejor buena fe en lo que se refiere al bienestar de los gineco-obstetras dominicanos.
Sin embargo, algunos de sus seguidores han constituido bandos en los que se atrincheran y aprovechan para agredirse mutuamente, como si se tratara de una pequeña guerra, una garata con puños o una vulgar pelea de boxeo. Se agreden dando la impresión de que estas elecciones son una guerra a muerte y llegan a invadir el plano personal como si se tratara de verdaderos enemigos enfrentados.
Algunos hablan de romper definitivamente las cadenas de un grupo cerrado que ha gobernado por años la Sociedad y democratizarla de manera efectiva y real. Con esto quieren significar la idea de una apertura con la que a su decir no se ha contado, que dé cabida a la Directiva y demás órganos de la misma a colegas meritorios a los que se han mantenido marginados de manera injusta, sencillamente porque no se han alineado con el grupo que la ha estado dirigiendo.
La preocupación y el empeño son entendibles y parecen, incluso, razonables. Pero este tipo de situaciones se pueden expresar de manera elegante, sin necesidad de recurrir a las ofensas personales.
La celebración de las elecciones toma solo unas horas y el periodo de la nueva Directiva dura solo dos años. Se precisa dirigir la mirada más allá y pensar que durante las elecciones y después de ellas seguiremos siendo gineco-obstetras y que debemos mantener la camaradería entre nosotros, independientemente de quien gane y quien pierda.
Más que centrarse en ataques de tipo personal, a mi juicio, la campaña debe concentrarse en presentar un programa de trabajo para el periodo de la nueva Directiva, en donde se señalen los objetivos a lograr en procura de la mejoría de todos los gineco-obstetras dominicanos y los pasos a dar en el tiempo para el logro de los mismos.
¿De qué manera se favorecerá una educación médica continua ante el avance acelerado de la gineco-obstetricia y la ciencia en general? ¿Qué cursos se han contemplado regionales y generales; si se tiene contemplado la realización de congresos nacionales, internacionales? ¿Qué cursos de educación médica se impartirán a los gineco-obstetras para favorecer la certificación y recertificación de los mismos?
En fin, qué planes se tienen que garanticen que los gineco-obstetras dominicanos se mantengan actualizados y posean la capacitación científica necesaria, para ejercer la rama de la medicina en la que se han especializado, dando la certeza a la Sociedad que el ejercicio de la medicina por sus agremiados reúne un estándar adecuado para proporcionar el servicio de atención médica que ofertan
¿Se ha considerado la impartición de cursos que permitan al gineco-obstetra el conocimiento de sus derechos y obligaciones y de la normativa legal y sanitaria que rige la práctica de la medicina en la actualidad?
¿Se ha pensado en la edición de publicaciones periódicas, boletines y sistemas electrónicos de información que también cumplan funciones de actualización permanente a los gineco-obstetras, favoreciendo el compartir sus experiencias, aportando consensos y guías terapéuticas para mejorar la práctica diaria de la medicina basada en evidencia científica? Insistimos, es el conocimiento científico actualizado una de los mejores elementos disponibles para evitar la medicina defensiva.
Por otra parte, es conocido por todos que los gineco-obstetras constituyen los especialistas médicos más demandados en el país (32 % del total de demandas afectan directamente o involucran un gineco-obstetra). Al respecto, ¿qué se contempla para lograr una disminución significativa de esta desafortunada situación, que puede llevar a un gineco-obstetra a perder de golpe y porrazo todo su patrimonio logrado con el ejercicio sacrificado de la especialidad durante muchos años?
He visto con pena que se disputan posiciones dentro de la Directiva y demás derivaciones de ella como si el desempeño de las mismas no fuera una labor honorífica, sin tomar en cuenta que para ostentar algunas posiciones se requiere de algún grado de formación administrativa y dirigencial. Esto da la impresión de que lo que se busca es, sencillamente, el vulgar figureo, sin tener proyecto alguno definido o siquiera una idea real de las funciones que debe desempeñar cada una de los componentes de la Directiva.
Se debe fomentar una campaña decente, con altura. Se debe dejar a cada candidato elegir libremente sus colaboradores más cercanos, tomando en cuenta solamente la capacidad y disposición de trabajo, inclusive dentro del grupo que le adversa, sin que se le atosigue condicionándole el apoyo a que le dé tal o cual posición.
Los gineco-obstetras constituimos un grupo que debe mantenerse unido, al margen de los intereses eleccionarios.