El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha completado la renovación de sus principales cargos, en un proceso que ha permitido al chavismo seguir controlando un órgano llamado, entre otros cometidos, a organizar los comicios presidenciales del próximo año.
Los principales rectores del CNE anunciaron a mediados de junio su salida, lo que obligó a iniciar un proceso de relevo que depende únicamente de la Asamblea Nacional, un órgano legislativo dominado por el chavismo tras el boicot opositor a las anteriores elecciones.
Con el aval de este órgano, el exdiputado Elvis Amoroso ha tomado posesión como nuevo presidente del CNE, con Carlos Quintero como ‘número dos’. La nueva junta tiene mandato hasta el año 2030, según la televisión pública venezolana VTV.
«Podemos decirle a todo el pueblo de Venezuela, y así es la opinión de todos los rectores y rectoras, que nuestra querida Venezuela tiene el sistema electoral más confiable del mundo», ha proclamado Amoroso, que ha prometido «demostrar» la fiabilidad de este sistema en futuros procesos.
Entre los objetivos a medio plazo figura la preparación de nuevas elecciones presidenciales, previstas en principio para el año 2024. En la cita anterior, que tuvo lugar en 2018, no participaron los principales partidos de la oposición por entender que no había garantías democráticas suficientes.
El desconocimiento de dicha cita llevó también al opositor Juan Guaidó a proclamarse en enero de 2019 como ‘presidente encargado’ de Venezuela, un movimiento avalado por medio centenar de países y que dio pie a una dualidad que parece extinguida a día de hoy.