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Los países occidentales nunca han intentado buscar unas vías para negociar con Rusia, y ahora las consecuencias de ello se manifiestan en la crisis ucraniana y otros asuntos, declaró Dmitri Medvédev, expresidente y viceministro del Consejo de Seguridad de Rusia.
El alto funcionario calificó de perdidos el tiempo y esfuerzos gastados en los intentos de negociar con los homólogos occidentales, ya que ellos «resultaron no estar preparados para el diálogo».
«No quieren paz, quieren guerra. No quieren cooperación, quieren confrontación. Intentan por todos los medios menoscabar nuestro país», aseveró.
Así que, en palabras de Medvédev, «no hay nadie con quien hablar», por lo que no hay esperanza ahora en cualquier negociación.
POSIBILIDAD CONFLICTO NUCLEAR
Respondiendo a la pregunta de si es realista la amenaza de un apocalipsis nuclear y si la OTAN toma en serio este escenario, el expresidente ruso destacó que la alianza no lo toma en serio, ya que, de lo contrario, «no estaría suministrando armas tan peligrosas al régimen ucraniano».
«Aparentemente, piensan que un conflicto nuclear, o un apocalipsis nuclear, es imposible, porque nunca es posible. Se equivocan. En algún momento los acontecimientos pueden volverse completamente impredecibles, y la responsabilidad recaerá enteramente en la Alianza del Atlántico Norte», detalló.
Nadie sabe, prosiguió, si hay un punto de no retorno, y este es el principal peligro. La OTAN sigue suministrando cada vez más armamento a Kiev, como misiles de largo alcance o aviones, considerando que todo irá bien, pero no será así, opinó el político. Rusia también lo manejará, pero «se utilizarán armas cada vez más serias».
Limitar y contener a Rusia es lo que intenta Washington en la crisis ucraniana, considera Medvédev, agregando que lo mismo está haciendo en relación con China.
«Pero el objetivo final es la destrucción de Rusia como país», indicó, añadiendo que Moscú no lo permitirá.
Estados Unidos debería compensar a Rusia por sabotear los gasoductos Nord Stream, y no solo por estos daños, declaró Medvédev.
«Que devuelvan los fondos, o al menos que den los medios para reconstruir la ciudad de Artiómovsk [Bajmut], Mariúpol y un montón de otros lugares que fueron destruidos con su ayuda y apoyo, con su dinero» durante la operación militar, añadió.
En cuanto al atentado contra el gasoducto Nord Stream, todavía se puede hablar con respecto a las pruebas de ello, «el proceso aún no ha terminado y no se ha cerrado la página».
Según el alto funcionario, EEUU rechaza su implicación, «aunque sus argumentos parecen bastante frívolos».