La ONU ha expresado este martes sus «serias dudas» sobre el «patrón de ataques» perpetrado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre centros médicos de la Franja de Gaza y ha advertido de que las acciones perpetradas en el último año pueden equivaler a crímenes de guerra y contra la humanidad.
Así consta en un informe que examina el periodo transcurrido entre el 12 de octubre de 2023 y el 30 de junio de 2024, en el que el Ejército israelí perpetró «al menos 136 ataques» sobre 27 hospitales y otras doce instalaciones médicas, pese a que el Derecho Internacional teóricamente protege este tipo de centros y a su personal.
Las FDI y el Gobierno de Benjamin Netanyahu siempre han justificado este tipo de acciones en aras del interés militar, pero la ONU ha señalado que incluso en estos casos debe aplicarse en todo momento «los principios de distinción, proporcionalidad y precaución».
Si los ataques no respetan estos principios o si se trata directamente de acciones intencionadas sin justificación alguna, Israel puede incurrir en crímenes de guerra. La ONU avisa de que la destrucción deliberada de estas instalaciones implica una forma de castigo colectivo a toda la población gazatí.
Los expertos de la organización afirman que las informaciones ofrecida por las autoridades israelíes para justificar los ataques son «vagas e inconcretas», pero ha advertido de que, si efectivamente se confirma que grupos armados palestinos se parapetan en hospitales o clínicas, estarían incurriendo también en crímenes de guerra.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha instado a todas las partes a respetar la inviolabilidad de las instalaciones y del personal sanitario «en todo momento», también en una situación de conflicto como la que vive Gaza desde octubre de 2023, a raíz de los atentados de Hamás y de la posterior ofensiva israelí.