Miles de fallecidos y 10.000 desaparecidos tras inundaciones en Libia

Los expertos climáticos señalaron que el hecho de que las aguas de la superficie del mar estén más cálidas están intensificando las tormentas.

Las inundaciones están dándose en todo el mundo. Hace poco vimos sus consecuencias en Chile, Brasil, China y también en España. Pero las de Libia están siendo devastadoras.

Esto se debe a una mezcla de la naturaleza con las condiciones estructurales previas que había en el país, así como por la compleja situación política que atraviesa Libia desde hace décadas.

Desde que la tormenta Daniel arrasó en la zona, miles de personas han muerto (algunos conteos desde la zona hablan de 6.000), 10.000 se encuentran desaparecidas y más de 34.000 desplazadas.

Estas son las claves para entender por qué ha sido tan mortíferas estas inundaciones.

1. La tormenta Daniel, un fenómeno extraño


Estas son las peores inundaciones que ha sufrido el país en las últimas cuatro décadas y han dejado a su paso ciudades completamente aisladas, represas y puentes arrasados.

La tormenta Daniel se desarrolló en Grecia donde también causó estragos, aunque de menor intensidad. Solo en 24 horas cayó el equivalente a 18 meses de lluvia, según reporta la Organización Meteorológica Mundial.

Grecia, que cuenta con mejores recursos, tuvo dificultades para hacer frente al poder de la tormenta Daniel. Casas fueron derribadas, se derrumbaron puentes, se destruyeron carreteras, se cayeron líneas eléctricas y se arrasaron los cultivos en la fértil llanura de Tesalia.

A medida que avanzaba hacia Libia, la tormenta Daniel desarrolló las características de un huracán. Es un fenómeno híbrido con algunas características de un ciclón tropical y otras de una tormenta de latitudes medias, un ciclón tropical mediterráneo.

Es un fenómeno que ocurre con más frecuencia en la parte occidental del Mediterráneo y no tanto en la costa árida de Libia.

Los expertos climáticos señalaron que el hecho de que las aguas de la superficie del mar estén más cálidas están intensificando las tormentas.

2. El colapso de dos represas


Las fuertes lluvias que se registraron el domingo provocaron a su vez el colapso de dos represas y cuatro puentes en el río Derna, en la localidad del mismo nombre y que se encuentra en un valle, rodeada de colinas. Esto hizo que la ciudad quedara arrasada y sumergida en agua.

Primero colapsó una represa de unos 12 kilómetros, probablemente debido a un desbordamiento, según el ingeniero estructural Andrew Barr de la Universidad de Sheffield.

Esto hizo, cuenta Barr, que toda el agua almacenada se volcara hacia el valle rocoso del río hacia la segunda presa, mucho más cerca de la ciudad de Derna, colapsándola y provocando la inundación de la ciudad.

Todo provocó que se arrastraran “barriadas enteras con sus residentes hasta el mar”, dijo Ahmed Mismari, portavoz del Ejército Nacional Libio, que controla el este del país, en una rueda de prensa televisada

«Me sorprendió lo que vi, es como un tsunami», dijo Hisham Chkiouat, del gobierno del este de Libia al programa radial Newshour de la BBC, y añadió que la ruptura de las represas del sur de Derna habían arrastrado a gran parte de la ciudad hasta el mar.

Chkiouat reconoció que una de las represas que reventaron no había recibido mantenimiento desde hacía un tiempo.

Un experto dijo a Al-Wasat, el principal sitio web de noticias de Libia, que las represas estaban en mal estado.

«El caos de seguridad y la negligencia de las autoridades libias a la hora de controlar de cerca las medidas de seguridad condujeron a la catástrofe», afirmó el experto Mohammed Ahmed.

Pero los expertos con los que habló BBC dicen que es demasiado pronto para decir si las precipitaciones extremas fueron simplemente demasiado para las represas o si el estado de las estructuras también influyó.

3. La complicada situación política


A las condiciones climáticas adversas y a la debilidad de las estructuras, que han llevado a su colapso, se suma la frágil y compleja situación política que vive el país.

Libia ha estado en crisis desde que Muammar Gaddafi fue derrocado y asesinado en 2011.

Desde 2014, está políticamente dividido y gobernado por autoridades rivales: el Gobierno de Unidad Nacional (GNU), gobierno interino internacionalmente reconocido y con base en Trípoli (en el oeste) y, por otro lado, la administración de Tobruk (en el este), denominada Cámara de Representantes, que no reconoce al gobierno de Trípoli.

Recientemente, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unida remarcó la necesidad de Libia de cerrar el actual capítulo de fragmentación institucional y llegar a un acuerdo político que allane el camino para hacer elecciones pacíficas y transparentes.

Es justo en la zona este, donde la Cámara de Representantes, con apoyo del comandante Jalifa Haftar, ha nombrado su gobierno con autoridad en la región oriental, donde se han cebado las inundaciones que han devastado la ciudad de Derna.