Hamás lanzó un ataque a gran escala contra Israel el 7 de octubre que mató al menos a 1.300 personas, lo que desató una campaña de bombardeos de represalia que ha matado a más de 1.900 personas en la Franja de Gaza antes de una posible invasión terrestre israelí del territorio.
Estados Unidos ha alcanzado un acuerdo con Egipto para permitir la salida de ciudadanos estadounidenses de la Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafah, según medios estadounidenses, que citan a fuentes del Departamento de Estado.
Sin embargo, diarios como The New York Times o The Washington Post aclaran que, de momento, el paso sigue cerrado, horas después de que comenzara la negociación entre ambos países para permitir la salida de civiles.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo a EFE que han informado a los ciudadanos estadounidenses en la zona de que, si lo ven seguro, deberían acercarse cuanto antes al paso fronterizo, ya que puede que haya muy poco tiempo para cruzar, si finalmente, se abre ante la inminencia de una operación terrestre israelí en Gaza para intentar desarticular al movimiento islamista Hamás, responsable de los ataques del pasado día 7 contra Israel, que causaron la muerte de más 1.200 ciudadanos israelíes, la mayoría de ellos civiles.
"Seguiremos en contacto con los ciudadanos estadounidenses para determinar qué tipo de asistencia podemos darles. Los ciudadanos estadounidenses que necesiten asistencia deberían rellenar el formulario de crisis en línea en travel.state.gov", añadió el portavoz.
Las autoridades egipcias rechazaron hoy permitir la entrada a su país de los extranjeros residentes en la Franja de Gaza a través del paso de Rafah si no se permite también la entrada de ayuda humanitaria al enclave palestino, totalmente bloqueado por Israel.
Los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza desde entonces han dejado más de 2.200 muertos.
Este sábado, el Departamento de Estado estadounidense informó de que ha autorizado la salida del personal no esencial de su embajada en Jerusalén y de su oficina en Tel Aviv debido al riesgo de ataques.