Trincheras, drones, arsenales de armas, "escudos humanos", "zonas de repliegue"… Las poderosas pandillas criminales de Haití se han adaptado al despliegue de la misión multinacional de apoyo a la policía, según un informe de la ONU publicado ayer.
Haití tiene "niveles récord de violencia entre pandillas", con más de 3,600 homicidios y más de 1,100 secuestros registrados entre enero y junio de 2004, según el informe anual de los expertos encargados por el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Según las estimaciones, el 85 % del área metropolitana de Puerto Príncipe está actualmente bajo la influencia o el control de pandillas", afirman los expertos, que señalan que éstas han adaptado su estrategia ante la llegada de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), dirigida por Kenia, que comenzó a desplegarse este verano.
Las pandillas están "centrando en gran medida sus esfuerzos en aumentar la protección de su territorio", señala el informe.
"Cavan trincheras y levantan barricadas", utilizan "exploradores y drones para seguir los movimientos de la policía", "plantan botes de gas y preparan cócteles molotov" y almacenan armas y munición, que filman para "intimidar" a las autoridades.
Decididos a "hacer descarrilar la transición política" iniciada tras la dimisión del primer ministro Ariel Henry en primavera, algunos miembros de las pandillas también se han ido de Puerto Príncipe para crear "zonas de repliegue" y ampliar su territorio con el fin de aumentar sus ingresos procedentes de actividades delictivas, señalan los expertos.
Desde principios de año, muchas bandas utilizan también a "la población como escudo humano", señalan los expertos.
Esta nueva táctica consiste en "impedir la salida de civiles" de sus zonas de influencia y "ejecutar sumariamente a los que intentan escapar".