El hermano no consideró necesaria la prueba de ADN, ya que reconoció su rostro cuando la encontraron
El cadáver de la señora Eduarda Díaz, quien fue desmembrada por su pareja, José Osvaldo Cuevas, en la provincia de San Cristóbal, aún no ha sido entregado a sus familiares, a más de una semana desde su muerte.
Debido a las condiciones del cuerpo, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) optó por realizar una prueba de ADN con un familiar cercano, dado que también faltan algunas partes del mismo.
El hermano de la víctima, Carlos Guzmán, no consideró necesaria la prueba de ADN, ya que pudo identificar su rostro al momento del hallazgo. Esto ocurrió cuando el feminicida llevó a las autoridades a los matorrales del sector La Conga de Ingenio Nuevo, en San Cristóbal, donde escondió el cadáver de la mujer, que estaba en estado de gestación.
Hasta el momento, las autoridades de Inacif no han especificado a los familiares cuándo entregarían el cadáver, lo que ha generado desesperación entre ellos, ya que desean darle sepultura.
Eduarda tenía cinco meses de embarazo y dejó tres niños en la orfandad, todos menores de edad.